10 de diciembre de 2012

El Precio de la niña virgen

ANA CARLA:


A las 12:45 pm la campana de la primaria Santa Teresa resonaba indicando la salida, todos corrían y todos gritaban Salida… Salida… los profesores quedaban parados e interrumpidos con sus clases. Yo tome mi mochila cuadrada con los 4 cuadernos color naranja que siempre llevaba y mis dos lapiceros baratos, el hambre me molestaba y el estómago zarandeaba muy caliente, con mi cara de inocente, niña bonita de 10 años siempre tímida y sonriente; Salí del aula y del colegio; sola sin amigas ni amigos mientras el calor ardía aquella tarde.

Mientras caminaba por las 12 cuadras del barrio donde vivía, los perros me ladraban desde lejos y siempre distraída miraba la gente que iba y venía, mi única amiguita Daniela jugaba en su puerta con la bicicleta de su hermano, me decía “¿Bienes más tarde para jugar?”, “Pero espérame, al terminar de almorzar volveré”, le dije y se fue pedaleando con su bicicleta más grande que su cuerpo, “No te olvides…” diciéndome. 

Mattie mi perra de raza pekinés siempre venía a alcanzarme batiendo el rabo, a una cuadra de casa atolondrada se lanzaba en mis brazos, cuando tenía 7 años podía tumbarme, pero ahora ya no, hacía calor mucho calor y el pelaje de Mattie se pegaba en mi uniforme azul marino, una falda de tela doble y blusa blanca de algodón. Mis padres decían que yo tenía el pelo más fino y lacio de toda la ciudad, siempre amarrada con una cola, tome la llave de mi puerta y ansiosa entre.

Mi casa parecía abandonada, solo un par de moscas chisporroteaban en la sala, mama siempre contestaba desde la cocina y el aroma del almuerzo se sentía hasta el alma, pero esa tarde no había nadie, solo cuando vi bien; había alguien tirado en el sofá bocabajo, con polo, un polo marrón y cabello corto, era mi tío Samir, estaba ebrio  respiraba espeso y salía un aliento fuertísimo, mi instinto hizo un gesto de asco en mi rostro y me fui al baño porque quería hacer pis.

Delante de mi espejo, después de orinar; me lave la cara y con la toalla fresca me seque y salí corriendo hacia la cocina, yo tenía hambre,  busque sobre las estufas algo de comer, había dos ollas sobre las hornillas apagadas. Mientras buscaba algún plato, cubierto y algo de refresco en la nevera; él ya me estaba mirando desde la sala, como cogía un banquito para alcanzar la olla y mientras quebraba mi cuerpo por debajo de mi falda se veía mis piernas y jamás me di cuenta. 

Él se acercaba sigiloso ebrio y obeso, despeinado con sus ojos de enfermo, yo me di cuenta cuando se había parado y apoyado en la puerta de la cocina, “¿Puedes servirme algo de comer?” me dijo y yo me asuste y ya calmada le dije “Si tío, como no, tome asiento”, solo movió la cabeza y no se fue a tomar asiento. Seguía mirándome pero no sospeche nada malo, seguía  con la cuchara y otro plato para servirle arroz con guiso de espaguetis; que mi madre había dejado, supongo que antes de salir, no sabía a donde se había ido.

Seguía con la respiración espesa y el tufo insoportable mientras almorzábamos en la mesa, “A donde se fueron tus papás…”me dijo con la voz arrastrada, “No sé” respondí, “¿puedo descansar en la habitación de tus papás?” me preguntó, estaba mareado para preguntarme eso, quede callada y se perdió mi apetito, “Anita llévame a descansar, en alguna habitación”, pregunto casi babeando y asqueroso, “Puedes ir a la habitación de visita, está abierta” le ordene y me pidió que lo llevara por favor y no podía ni moverse. Tome de sus brazos e hice lo que me pidió, lo llevé casi sufriendo, moví la manija de la puerta y se abrió.

Se paró en la puerta con la cabeza gacha y ojos cerrados en la puerta, siempre respirando espeso y me apretó la muñeca de la mano y me asuste, solo tenía 10 años, no podía controlarlo, con sus manos toscas y forzudas me tomo de la cintura, yo no podía gritar y le dije “¡Suéltame tío!” casi temblando en instantes, pero me cogió de las caderas arrugando mi camisa blanca de algodón y me llevó contra la cama, quise escapar gateando sobre la sabana y me tomo de los pies.

Sentí como nubes su aliento alcohólico en mi delicado cuerpo, empezó a besarme, manosearme impidiendo que escape, ya no tenía fuerzas, yo lloraba ahora fuerte y me tapaba la boca, cuando escuchaba sonar la hebilla de su pantalón abriéndome los muslos, mis pequeños muslos… y le decía llorando “Tío déjame por favor, por favor déjame ya… ” Llorando, Yo sentía que me quemaba, casi no respiraba y de a poco perdía el conocimiento. Ya no hacia fuerza para huir, mi cuerpo no respondía.

Si tan solo Mattie fuera humana me salvaría, solo ladraba desesperada y luego oía que aullaba y en ecos se perdía en mis oídos, ya nada tenía sonido, en momentos perdía la audición, él me mordía el hombro izquierdo, su cuerpo pesado sobre mis muslos, era tanto dolor que ya no sentía toda mis extremidades, mientras miraba un oso peluche sobre el armario junto a la ventana y segundos más tardes sonó la puerta de mi casa, alguien había venido.

Él se levantó rápidamente y por los pantalones bajados cayó sobre el piso que hasta oí como sonó el hueso de sus rodillas al chancarse, yo no podía moverme, mi boca estaba semiabierta. El quien había entrado a casa; era mi padre a quien solo escuchaba gritar, no sé qué diría, la puerta se golpeaba contra la pared y Mattie seguía ladrando, yo estaba casi inconsciente y mis lágrimas caían solas como agua en cataratas. 

Después de algunos minutos mi padre vino abrazarme, en lágrimas diciéndome “Aquí estoy hija mía, aquí estoy…” mi alma volvió y recién empecé a gritar como nunca había llorado, estaba temblando y empezaba a dolerme todo el cuerpo, me hizo sentar y como en las películas de terror vi las manos de mi padre embarrada de sangre y llena de sangre su camisa, entre lágrimas y  sufrimiento me dijo “ya lo mate hija mía, ya lo mate…”

***FIN***

9 de diciembre de 2012

Muñeca de Roble

Un día es un sueño, un sueño es un siglo y eso el suspiro que das
Con cantos de brisas que aturde a tu pelo y tus sueños, eso es respirar
Las boyas marcadas del tiempo y recuerdos de infancia, dirán que valdrás
Dirán que creciste, reíste, lloraste y hasta descubriste como es el amar

Acércate hacia mis labios y dame tu oído para relatarte
Que pesan mis alas de barro y quiero tu voz para continuar
Me llueven tus gritos de aliento, después de caer podrás levantarte
Tu risa indiscreta delgada y precisa me dice vamo-a caminar

No trences cabellos inciertos yo quiero mecerme para imaginar
Prefiero el desorden de ellas para recaudar y ponerme a soñar
Todavía no cierres el cuento, eres la princesa que debe esperar
Yo sigo narrando en mi mente despacio… despacio y no va acabar

Campanitas de hielo surtido en un velo de nube quiero componer
De noche en mi almohada para que te duermas y cantes y yo despertar
Que sueños de ángel, los sueños son tuyos corriendo con ganas de ver
Quimeras, senderos de rosas navales en aires, eso delirar

Adiós muñeca de roble, un gusto de verte este día que te vio nacer
Soñamos muy juntos en letras, en estas mis letras no puedo dar mas
Un día veremos los astros que lloran de risa cada anochecer
Recuérdalo siempre: “vivir no es igual que soñar muy despacio, jamás”.

Poema dedicado a: Sandra Gabriela , solo se poco escribir y esta vez para tí. Feliz Cumpleaños (09/12/12).

6 de diciembre de 2012

Hojas

Las hojas del silencio me incitan a pensar, no se desprendan como si invierno ya nos hubiese bañado , cantemos una sonata para el amanecer o una cunera aquella que me cosquilleaba de bebé, no se caigan hojas del tiempo y del espacio, acompáñenme a vestir mi pesar y tomen de mis venas rencorosas que pintan en mis brazos para recorrer la rabia debajo de una copa amarga esta noche, que tiriten sus ojos no importa, que caiga la cascada y que no haya remolinos en esta habitación, ya no importa. 

La lluvia moja al alma cuando no nos abrigamos bien y salimos a caminar en lloviznas, cuando no debemos salir y aprendemos a correr riesgo como cuando rueda la piedra en un torrente, la gente; la gente solo mira porque te has pintado la cara y aglomeras tu circo pretencioso. No se caigan todavía hojas hojitas restos de primavera, entiendo que ya paso el tiempo de los cantos y los viajes en corceles por los campos de artes de tempera amarilla, verde y blanco, él suele todavía despertar y no puede asimilar, es tanta realidad para su fantasía,  anoche me conto que mientras besaba el piso un puñal le jadeaba la espalda y sentía que era ella, las nueces del silencio suelen apretujar tus pompas de carcajeos y regocijos, sigue pensando en las mariposas con sus cuentos interminables, no eran de seda esas letras cortas que descifran al amor.

Mi ventana sonaba y era soledad quien me buscaba, traía un ramo de tarabillas  e incentivos para calmar el volcán en erupción de secuaces críticos que ponen floreros en tu caso y así calmar tu torrente claro, a pesar que la telaraña que está en el esquinero, el mechero lo ha quemado y doña patona se ha quejado porque le han sancochado sus huevos que no tiene yema si no corazón, muchos corazoncillos dentro de ellas, no me toques la puerta otra vez para jalarme el pelo y besar tu presencia. 

Y  no caigan hojas mías todavía, podemos charlar, cuéntame de tus viejos, acaso se pelearon después de la última vez que estuvieron solteros? Algo así pasa con las cuchillas que llueven de noche y rompen las persianas, no soportas las clavadas y heredas al dolorcillo humeante que nubla a las células de tu cartílago delicado y protector de donde caen tus lágrimas. A veces quiero distraerte, guiñarte el ojo para que te sientes delante mío y me escuches al socavón del cañón con equillos tristes, ya no estés triste don temor, no se ira, no se ira la primavera y seguiremos cantando las canciones cuneras que te acompañan mientras duermes, pero ya no despiertes. Así está mejor. 

26 de noviembre de 2012

Dios

Dios no es aquel que te dice, ven a mí, esta es tu vida hijo mío, vive rezando, orando y te guardare un espacio de cien metros cuadrados en el paraíso. Dios no es aquel que te da reglas para que podes tus errores, tales las malas hierbas y vivas pensando en la fe verdadera. Dios no es el que te dice lee un libro completo para que sepas de dónde venimos y hacia dónde vamos—no necesitamos brújulas para vivir—Dios no necesita rituales de aromas inciensos o ceras derretidas sobre veleros quemados, ni tampoco suplicas ni rencores, Dios no es lo que imaginas, lo que veneras o lo que supuestamente oyes cuando cantabas El manso corderito, tampoco es quien te da vino o te da castigo, no lo es… Pero…entonces ¿Quién es Dios?

Dios es algo real, no existe físicamente pero puedes sentirlo cada día querer y sin querer, rezando o sin rezar—es lo de menos, es más ni le importa tu vida, mucho menos si rezas o no rezas—Dios es algo que te acompaña a diario, desde que naciste y desde tu primer segundo en el mundo, él es quien te acompaña o en otras palabras es quien te ha estado jodiendo, te jode ahora y te seguirá jodiendo hasta el día de tu muerte, pero lo bueno es que a ti tampoco te importa y es más ni le das bola. Dios es solo un libro, tú libro y el libro de tu vida, es decir toda tu vida esta detallada en un libro de literatura precisa y encajada, cada día la estás leyendo—viviendo—cada instante, desde el suspiro hasta el compás de tu respiración, todo está escrito. Cada día es una página y cada noche esperas otra página—otro día— queriendo o sin querer, te guste o no te guste leer, tú mismo vas descubriendo las sorpresas que trae a diario. Y Te cuento… ya has estado intentando olvidarte del cojudo libro, votarlo o quemarlo y cuando estuviste a punto de cambiarlo; te arrepentiste, es por eso que Dios te mando una señal mediante un estornudo, un toser, un cambio de pensamiento, un olvido de llaves o una confusión al respirar, para que vuelvas a tu lectura, tu propia lectura.

Pero quien carajos es ese Dios, no le importa tus vulgaridades ni tu manera de vivir porque “No existe la manera correcta de vivir” él dice eso. Sin querer empiezas a tenerle fe, a pensar diario en él y a ser más observador sobre todas las cosas para buscarlo y descubrirlo al instante, pero jamás lo viste ni lo verás, no tiene libros sagrados ni necesita ofrendas, él es el Dios de los Dioses—si no lo es para ti, al carajo—Pero mira como es el todo poderoso, jamás podrás destronarlo ni hacer cambios que alteren tu orden, el orden de tus páginas en tu libro titulado con tu nombre, con pasta suave en portada y tapa final de madera, aquella que utilizan los carpinteros para hacer ataúdes, aquel libro que detalla el orden cósmico de las cosas, la evolución constante de tus actitudes, tus acciones y tu comportamiento. Él mismo es el bibliotecario de todas las vidas—de todos los libros—de todo el mundo, en cada muerte registra los libros como uno más para su colección, no las relee porque volverían a vivir y cuando tú—Si, tú pendejo(a) —cuando mueras tu libro estará registrado en su biblioteca con todos tus derechos perdidos y no volverás a la vida. 

Cuando estés apunto de hacer algo y sientes que algo a tu alrededor te da una señal de no hacerlo o hacerlo, préstale mucha atención y sigue a tu intuición, si te equivocaste en el examen esa fue una señal porque es lo que eres “El orden cósmico de tus errores y aciertos”, “Todo sucede por algo y por algo suceden las cosas” eso es Dios, Dios sin fronteras y único e irremplazable, no tiene hijos ni esposa, tu eres su amante y todas las noches te da cariño—Cuando sueñas—no le temas, con una suave voz sigue leyendo y con unas cosquillas sobre tus oídos escucharas un aliento frágil y dócil que te dice “Yo soy tú Dios, el único e irremplazable, quien te acompaña día a día; Mi nombre es DESTINO y estoy monitoreando tu vida de sorpresas, en las malas y buenas, Yo soy quien te ha creado en esta obra, tú mi personaje protagonista y yo tu destino… tu DESTINO”. Amen.        

18 de noviembre de 2012

Reproches

Que me dices del tiempo, como se acaba en los sueños

Como se funde con el suspiro y como se cortan sus almas
Que aliento,  calores, su fragancia simple y delicada en los henos
Que tiesos su aromas y sus ilusiones que se fragmentan y emanan 
Qué triste esta tarde y que oscuro es su viento al borde de las olas

Olas que se acometen contra la corriente terca y veleidosa
Aquel tieso poema aullante que tiembla en un viento desconocido
Que no es la tuya; quizás de otros suspiros callantes alegados
Quizás de esas jarchas tronantes a las cuatro de mañana

Aquellas de esas que dan sus  brillantes miradas a mí tiempo desesperado
Como que la siesta dormida silencia sus agotes despiertos sintientes
Acaso, ¿las palabras duermen? Dime si callan cantando y cantan gritando
La sed despierta desolada alcantarillado sobre tus ojos tronantes
Trínatenos lloran tu indolencia descaminada  ¿para qué?
Para que deplores tu candidez dura y vengativa inmersa truhan y soñolienta

¿Cuántas veces oscilaste el calor de rencor radicado? dime cuanto
Y sabrás del cantico enraizado y plantado antes del espejismo  diseñado
Para que el alumbro quebrado gorjeado, dime para que el juego diseñado
Acaso ¿Me has amado? Confiésame con la mente desnudada y llórame tarada
Tarada del pasto enraizado, cubierta de dócil boceto acariciado y acumulado
Perdona si te he dañado, pero como es que el tiempo carece de amor y…

Como carece el amor de la presencia entresacada sobre tus hombros dramatizadas
Sueña si tuerzo tus miradas y cantan tus complós  amargados de rencor
Pero a pesar del tiempo y de rencor; no  olvides  muchacha candilada.

Que Noviembre tan raro, saludos 

15 de octubre de 2012

Fin de ti, Fin del tiempo

-A-
Los crujidos inmersos se ahogan en lagos profundos
sintiendo en los ojos desesperación;
Sentados solfean los trinos ardientes mediante el
oscuro incierto del momento final.

Crustáceos vendados acaban tus ojos, tu pelo, tu alma,
tus miedos, tus sueños de conspiración;
Ya no andan ni avanzan tus pasos  ruidosos ilusos
que hicieron tu vida arrendada y fatal.

-B-
Se secan los campos, se caen tus cejas, se pierde el mundo
y tu mente perece de casualidad;
Para que has llegado hasta donde has llegado
si nada has logrado y la muerte ya te convocó.

Laberintos e inviernos te han ofrecido para entretenerte
y cantan tus riñas en fatalidad,
Los embriagados instintos que nublan el iris de ojos ajenos
hirientes fluyeron y te sofocó.

-C-
Copados los mudos que gritan en miras y envuelven
un saco de indignos ante la opresión;
Y dictan, limitan los grandes a grandes migajas enteras,
millones de mentes que los eligió.

Es que solo rodamos en el mismo sitio donde aparecimos
donde moriremos con una canción,
Inundados  ante tanta mierda rizamos con peines ficticios
enredos que el tiempo dejo.

-D-
El final de los sabios y tontos, de fieles e impuros,
de santos y humanos es la misma en verdad;
Ya no creeremos en ciencias ni falsos notorios,
ni en cielo ni en llamas que solo nos hacen temer.

La revolución a empezado señores guardemos
almohadas, borremos los miedos de la humanidad;
Se ciegan las mentes de a pocos en lodos
que hacen heridas profundas  y solo nos queda lamer.

7 de octubre de 2012

Recordando RPP Noticias

Yo tuve una infancia noventera, en el sitio donde vivía esos años había luz solo horas porque el fluido se prendía a las 5 PM y a la media noche solo nos acompañaba la oscuridad hasta el crepúsculo del día siguiente, recuerdo que en casa teníamos una radio antigua y vieja que era marca Sony de 5 pilas con 4 bandas y dos caseteras, no había muchas radios que escuchar, las radio locales se apagaban con la luz y después solo se oía el sonidillo como quien fríe un pescado.

Cuando tuvimos una radio receptora más pequeña que era una Sony ICF-7600 recuerdo ya podíamos escuchar radios del extranjero y para no aburrirnos sintonizábamos cualquiera y en otro idioma que de hecho no entendíamos pero al menos sonaba música y tranquilidad. En el paso del año escuchar radio y la música se estaba convirtiendo parte de mi rutina diaria, así como la televisión es ahora para los niños de ahora, se convirtió tanto parte de nuestras vidas que antes cuando se acercaba la media noche teníamos que comprar velas y si teníamos que comprar querosene y mecheros lo hacíamos, pero cuando paso el tiempo ya teníamos que comprar querosene, velas y PILAS; es decir que ya se había convertido indirectamente parte de nosotros.

A los años más tarde cuando se apagaba la luz a las 12:00 AM me di cuenta que una radio seguí transmitiendo y claro que nunca olvidaría el típico sonido de Radio Programas del Perú cuando emitía la información de titulares, para tener una infancia inolvidable, crecí con la esa radio y hasta ahora sigo escuchando en amanecidas y diario (no la dejo). Como olvidar las voces de Hugo Almanza y Raul vargas o Chema salcedo y Guido Lombardi con los programas espectaculares que se escuchaba casi en todo el Perú.

Luego que aparecieron nuevas radio-receptoras hacia los 2000 y la llegada del Internet y la web, cada cosa evolucionaba rápidamente y era una competencia hacerlo, la modernidad se estaba propagando por todo el mundo, ya teníamos luz las 24 horas pero lo que no dejamos es escuchar de fondo la radio más reconocida y antigua del Perú, aquella radio que llego hace 49 años con Manuel Delgado Parker y de seguro como yo muchas personas tienen tanto que contar y recordar algún momento de su vida.

Feliz 49 aniversario RADIO PROGRAMAS DEL PERÚ RPP Noticias, gracias por ser parte de mi vida.

3 de octubre de 2012

El adiós

Se entierran los besos, los sueños,
en charcos de piedras, de punta,
debajo un infierno, que siempre existió.

Que hasta aquí han llegado
los cantos que vienen brotados
entre sombras de un viejo buró.

Perdimos el vuelo, que enrumba,
a los mares, aéreos, arriba de un barco
de roble que no se hundió.

Que no nos han dado,
un tiempo en retoño
ni un vaso con agua para respirar.

Callaron las letras, que ardieron,
en brazas, cuando sazonaba
recetas taladas en bosques de amor.

Que he sacrificado mi ciclope interno
en tus cuentos muy raros y no funciono .

Cayeron escamas de ángeles negros
perdidos en valles de aguas saladas
que ayer me endulzo.

Que el cielo ha borrado las letras de nube
que cuando me amabas llovían pasión .

Que el tiempo ha pasado
y ya me has amado y yo te amado
y dejamos de amar.

El último verso que suene en mi trova
en suspenso y muy cerca a tu oído será:  “El adiós”.

25 de septiembre de 2012

Mi novelita sin título

Ella caminaba cansada alrededor de la banquilla del parque, el miraba desde el balcón de la casona sentado en silla de madera mientras leía un periódico dominguero, ella ha dado cientos de vueltas como lo aria un viejo reloj pero en sentido contrario, el baja los lentes hasta abismo de su respingada nariz y la mira fijamente sus cabellos despeinados y sus botas desgastadas, ella no se detiene, él se pone de pie y deja el periódico Dominguero sobre la silla, ella mueve las muñecas y sus alambradas manos al compás de sus botas cada vez más rápidos y cada vez menos rápido, el guarda sus anteojos en el bolsillo de su guayabera y baja las escaleras dejando caer un macetero de margaritas rosas y el sobrero negro que lleva como prenda.

Ella está caminando acelerada con los parpados dormidos con lagañas colgadas y chalina ensuciada, el abre la puerta y la puerta la deja abierta mientras corre y corre como quien sueña y sueña alcanzar el sueño y si corre sin perderla de vista, ella camina cabeza gacha y el pelo sucio lento como tortuga como oruga lastimada, él se detiene y levanta el brazo como quien alcanza la gloria pero falta para tocarla y retoma el vuelo pero sin desempapar su mirada, ella empieza a acelerar los paso como si fueran redobles en suspenso de un tambor sin fondo y soplando murmuras inentendibles y enredadas ya con los dedos en la boca, él ha llegado, se para frente a ella cogiéndola fuerte de los brazos, ella se enfierece e intenta tirarlo contra el piso de piedra de los siglos colonos, él la sostiene más fuerte y solo la mira a los ojos, sus ojos desviados y perdidos pero sacudiendo su brazos como pidiéndola que la suelte para retomar su marcha, él la abraza más fuerte muy fuerte, ella se tranquiliza, él la mira infinito, ella solo llora, el apenas lograr sacar su saco y la cubre sin dejarla de abrazar, ella se pierde entre sus cabellos esponjados y largos, él la besa en la cabeza, ella deja caer gotillas de lágrimas, el llora también, ella dice: Banca, en la banca—con voz baja—el solo hace: shuuu… encogiendo los labios, ella suspira lerdo y cansada , ella dice: Aquí lo espero, él dice: ya paso, ella dice sofocada: regreso al tiempo…, él la interrumpe y le dice: le dice mama y la abraza más fuerte con las mejillas mojadas, el viento sopla, los ropajes flamean y el llanto fluye.

Que tal como están ya estamos a fines de septiembre y a principiado la primavera, los campos seguro ya lucen capas verdes eso espero, bueno la historia que escribí fue una inspiración de un suceso ficticio con rasgos reales, quise rodarlo en un cortometraje o quién sabe si más adelante podría hacerlo, a mi especialmente me gusto esta historia de amores eternos y las locuras inauditas que concebiríamos de tanto enamorarnos, ella no sé si estaría loca pero daba vueltas en sentido contrario de un reloj a la banca cada domingo porque soñaba retroceder el tiempo y poder recuperar a su esposo quien falleció tiempo atrás, los miércoles la espera sentada en la misma banca confiada en que llegue porque fue un miércoles y ahí donde se citó por primera vez, su hijo es un redactor del periódico “Dominguero” , cada domingo suele recoger a su madre en la plaza principal de la ciudad, la gente del pueblo ya conocen esta esta escena y ya no toman importancia, solo queda mirar y pensar que tanto podría durar el amor y hasta donde.

Gracias amigos y disfruten de la primavera y del mes de septiembre que ya se nos va. 

12 de septiembre de 2012

Las almas olvidadas


A donde van las almas olvidadas
Quizás disipados pero a donde irán
¿Se aferran del silencio y la noche ofuscada
Con tristeza empozada en los ojos de sed?

A donde van las cosas que se mueren
Los buenos tiempos que antes daban la vida
¿Acaso hiparan sobre la cima de epitafio
Acaso no se acaba su esperanza?

Recuerdo que antes le llevabas flores
De esas que brincaba con aromas a manar
Siento que ahora ellos estrujan en sus manos
Las flores secas que sobraron

Presiento que esas almas olvidadas
Respiraron la ceniza del infierno de ese olvido
Ya desfilaron mil días de los muertos
Y aun así este el tiempo ya te has olvidado.

A donde van las almas olvidadas
Cuando se han colgado lienzos en sus ojos
Y se han cegado las lapidas con sus nombres
Y ya no quiero ser uno de esas almas olvidadas.

Vivir Para hoy

Es deseable que, caminaras sin ayer
Si pudiera borrar no habría dudas que arreglar
Instantes que se van y los nuevos ahí están
Si pudiera saber del futuro que será
Renunciaría yo a saberlo porque
Te quiero para hoy.

Es deseable que, fingieras comprender
Que no sueño porque, tengo miedo a la ilusión
He logrado yo aprender que no es dable dibujar
Los futuros que tal vez, Tal vez no llegaran.

Es deseable que, no guardaras un rencor
Si tuviera que explicar, las causas del dolor
Las heridas del amor, enseñaron a cantar
Enseñaron a amar, al presente y a tu voz.

20 de agosto de 2012

Una cita en el Café Bar (Mininovela)

Faltaban solo doce minutos para la una de la mañana, yo estaba en un café bar sentado en una mesilla para dos, con un vino añejo muy amargo pero dulce, había una pareja de enamorados a mi izquierda en la mesa siguiente junto a un espejo gigante que reflejaba su cita completa, que hasta parece un amor de cuatro. Del al fondo se escuchaba a un grupo de amigos tomando cervezas entre carcajadas y gritos mientras yo seguía esperando ansioso a la persona que hoy me vería en este mismo café a donde me cito gustosamente.

Hace dos semanas de ese día, fui victima del corte punzocortante de una relación, yo estaba seguro que tres meses antes de esas dos semanas creía que mi corazón era un Quijote manchándome el alma con puros racimos de flores y amor, pero después de ese día yo creí que estaba muy equivocado. Cuando Martha me termino, me sentí tranquilo y distante de los embarazos mentales y sentimentales que me pudiera producir ese final.


Pero dos días después del final de nuestra relación lo vi con el chico alto y musculoso que siempre me atendía en la bodega donde compraba tutti frutti cerca de mi casa, el llevaba vestido una guayabera de cuero negro y brillante, con la frente bien alta, alto con ojos negros claros y un peinado con el pelo apagado hacia atrás. Yo me sentí muy estupefacto al ver a mi exnovia abrazarlo poniendo ella sus pies de puntitas para alcázar su elevada mejilla y darle un beso con sus ojos cerrados de escurridiza, era injusto ver esa escena, en poquísimas palabras yo me sentía  un infructuoso celoso pero a la vez me quede muy sorprendido, porque con quien estaba allí era un antónimo de mi persona.


Me mordía mis labios sobre mi cama olvidando mi posición, posición de ser quien soy –un caballero- y quería desgarradamente ir donde ella y  violentarla contra las púas de aquellas rejas del parque donde los vi aquella noche apoyados amándose entre mis narices, tome mi almohada  blanca y grande donde acomode mi cara de frente con mi rabia y mi respiración muy agitada.


Cuando pase por el mismo parque al día siguiente los vi de nuevo, no me explico porque quise ir al lugar donde recibí dos cuchillazos sobre mi sensible corazón, esta vez ella me vio y me alcanzo mientras huía casi corriendo vergonzosamente por las veredas que adornaba aquel vergel, y me dijo:

—Puedo explicarte todo— me hablo casi agitada por mis espaldas, yo me detuve y gire a saludarla fingiendo cobardemente, olvidando lo que una noche antes deseaba hacerla.

—No puedes explicarme nada, adiós— le conteste, recupere mis instintos y me fui furioso con mis cachetes rojos y entremordiendo mi lengua por el interior de mis labios, ella ya no insistió y camine cuando rápido pude hacia mi casa, mientras caminaba quería una cajetilla de Tutti frutti pero era inútil la bodega cerca de mi casa no me espera abierta ya que el que atendía se perdía entre brazos con mi ex novia y tuve que jalarme los pelos otra vez sobre mi almohada blanca esponjosa y grande que me esperaba sobre mi lecho.

Un día después mientras escuchaba a Miranda frescamente después de un baño mí celular oscilo fuerte sobre mi cómoda y el sonido desagradable me hizo revolcar el estomago nerviosamente, era ella que me estaba llamando, entonces conteste:


 ¿Hola? 

—Siento hacerte demasiado daño, en realidad no quise pero me enamore sin darme cuenta, ¿sabes? Yo quisiera que quedemos como amigos, sé que estas mal en este momento pero no me gustaría verte así por fas me hablo rápidamente.

—Es que tú no me entiendes— conteste con la voz muy elevada.

—claro que te entiendo, se como estas—

—Que no me entiendes, ¡¡eres una regalada eso es lo que eres!! —dije por la ira que me rebalso por la mente.

—Pensé que podríamos arreglar esto, pero veo que eres un celoso deprimido. Adiós- me colgó el teléfono y quede con unas palabras incrustadas sobre mis labios, pero que me importa, me quede tranquilo, me quite el polo y me tire sobre mi cama de resortes mientras Miranda tocaba Perfecta en mi equipo de sonido.


Y fue así como me la pasaban casi todos los días, cada vez que los veía ella lo besaba poniendo sus pies de puntita y en mi mente decía –desgraciada enana-, sé que ella quería que le reclame aquella supuesta injusticia hacia mi, pero esto no duraría, ya había descubierto yo mismo quien era, un día antes de ir al café bar por la tarde se me antojo de nuevo los tutti frutis que frecuentaba comprar antes de dormir y recibí la invitación de esa persona para encontrarnos en ese café donde estaba sentado, quizás no tenga sentido pero me sentía bien así.


No sabia que en ese café bar que esta a ciento veintitrés cuadras de mi casa ponían a un pianista que toca las canciones de Beethoven a partir de la una de la mañana, sonaba muy lindo el caballero quien lo toca era un viejo barbón que los domingos vendía cigarrillos de cannabis argentinos en el rockodromo de Azucena, un bar donde suelen tocar las canciones de Maná.

Esperaba que todo salga bien esa noche porque también cite a Martha para que me viera con esa persona a quien esperaba esa noche, quería que deje de pensar que yo estaba muy celoso porque en realidad no era así.


—Hola Alee—alguien me hablo por detrás tocándome el hombro y voltee rápidamente, solo alguien abreviaba mi nombre Alex en “Alee”.

—Hola como estas, pensé que no vendrías—  le dije un poco nervioso y me saludo con beso

 ¿Me esperaste mucho?  me pregunto        

—No hay problema esperarte es un gusto— le respondí jovialmente

 ¿Buena música el del piano no crees? 

 ¿De hecho si, no me lo esperaba, deseas una copa de vino?  Le serví poco.

—Gracias, eres muy listo— me dijo sarcásticamente.

—si así parece— no me aguante una carcajada sigilosa, sabia que Martha vendría y ya me estaba arrepintiendo de lo que insinuaba hacer, lo vi por el espejo grande que estaba al lado de los enamorados  a mi izquierda por espaldas de mi pareja, ella venia directo aquí creo que había reconocido a alguien y era yo. En un momento pensé en deshacer lo que pensaba hacer y…

 ¿Me puedes dar un beso? , lo necesito— le dije a mi pareja estaba medio anestesiado por el vino

—Claro que si mi amor—me tomó con una mano mi mejilla y me dio un beso, Martha que venia hacia mí se detuvo, pero no tardo menos de cuatro segundos en quedarse parada venia hacia donde yo estaba y se acercó.

 ¿¡¡Luis!!?  Dijo ella casi gritando sorprendida, me quede hipnotizado y sonámbulo de palabras, Martha se acercó a mi y me disparo una cachetada que solo me tape la cara con las palmas de mi manos, el pianista detuvo su pieza musical y todos se callaron mirándome a mí.

-Esto no puede estar pasándome, no estoy loca- recalco Martha muy agitada y se fue casi llorando y corriendo por el piso de madera que tenia el café bar no se si por rabia o dolor. 


Luis era el que me vendía los Tutti Fruttis que tanto me gustaba y las compraba en la bodega cerca de mi casa antes de dormir,  era el mismo quien me cito esa noche aquel café bar, fue el mismo quien me dio el beso cuando se lo pedí, el mismo con quien Martha se perdía entre brazos en el parque donde los veía , fue el mismo de quien yo estaba celoso y no de Martha y fue el mismo quien se quedo conmigo aquella noche en el café bar donde me cito, mientras el pianista seguía tocando unas clementes melodías hasta el crepúsculo de ese día.




***FIN***



15 de julio de 2012

Ella Y El Sable

Yo la miraba desde sus espaldas y ella sentada  miraba la ventana, el cielo y la ciudad; quería tocarla o al menos hablarle y cuando supuse con mis ojos cerrados que la besaba sobre un pantano de chocolate ahumado, escuche  el salpicado de unas olas al viento como las playas veranezcas de algún lugar desolado.

Me temblaba los hombros y se me encogía el alma, cuando abrí mis tupidos ojos ella me estaba mirando, se había puesto de pie después de estar sentada junto a la ventana, entonces yo  ya no miraba sus espaldas, sino miraba sus dos enormes victorias, sus dos maravillas, es decir, miraba sus miradas dormitadas con sus cejas encorvadas y sus labiales enmeladas, no quise de nuevo cerras mis ojos, porque esta vez no la besaría los labios, sino le besaría el cuerpo entero, sin darme cuenta mis labios estaban despegados y con mi boca abierta el desaliento me castigaba, mis pulmones se quejaban mientras ella caminaba hacia mi sobre una alfombra de cátedras romanas mientras el viento tartamudeado acariciaba mis huesos intimidados.

Ella estaba cada vez más cerca, cuando ella caminaba sus cabellos flotaban como cataratas de humo y ceda en un desfiladero de fondo desenfocado, los tambores de mi alma aceleraban el redoble de la colisión final que me aligeraba el alma para arrojarme  sobre sus brazos y su figura, a un milímetro de ella y de sus corpiños oí sus fragancias  desde el castillo de mis guardianes olfativos y aspire el antídoto seductor de su cuerpo bañado y perfumado, mis piernas no respondían y en mi estómago las mariposas danzaban como queriendo salir deslumbradas ellas, para para entonarme el adiós de los adioses.

Lleve mis manos hacia mi abdomen para tranquilizarlas y entonces me di cuenta que ella me había acribillado con un sable de marfil que traía en mano y que antes no lo había notado por mirar sus miradas dormitadas, cogí mi sangre y lo embarre en mis manos, baje la cabeza y estire mis dedos ahogados, ella me acaricio para mirarla nuevamente y ensamblo  otro golpecillo más sobre mis mariposas danzarinas y entonces caí arrojado sobre las rojas alfombras de cátedras romanas, no lo creía, ella me había asesinado con sus manos de porcelanas pulidas, con su alma de cristal y su cruel mirada tentadora. Que injusto es el destino, yo me enamore de ella  y quería amarla, pero no me di cuenta que ella traía consigo un sable para matarme y me mató. Pero todo era un sueño y por fin desperté.

13 de junio de 2012

¡Bienvenidos!

Le saludo a usted y agradecerle su gentil visita, mi blog no es un blog de aquellos profesionales sabiondos blogueros, pero si me gustara compartir contigo mis videos, notas y más que nada entretenimiento. Hago este blog con el fin de introducirme a este mundo tan actual y cibernético. Esta manera de comunicarnos y globalizarnos mediante un Blog, un Timeline en Facebook, mediante un "Tweet" o cualquier forma virtual; nos abre nuevas puertas y oportunidades, el buen uso que nosotros le diéramos a este medio es como fundirnos y aglomerarnos con una cultura muy diferente y satinada.

Amigo Blogovidente yo te invito a compartir mas que nada cultura y el resto lo iras descubriendo en mis entradas próximas, Gracias.

Atte: Kenny Yucra Lopez
 
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