3 de octubre de 2012

El adiós

Se entierran los besos, los sueños,
en charcos de piedras, de punta,
debajo un infierno, que siempre existió.

Que hasta aquí han llegado
los cantos que vienen brotados
entre sombras de un viejo buró.

Perdimos el vuelo, que enrumba,
a los mares, aéreos, arriba de un barco
de roble que no se hundió.

Que no nos han dado,
un tiempo en retoño
ni un vaso con agua para respirar.

Callaron las letras, que ardieron,
en brazas, cuando sazonaba
recetas taladas en bosques de amor.

Que he sacrificado mi ciclope interno
en tus cuentos muy raros y no funciono .

Cayeron escamas de ángeles negros
perdidos en valles de aguas saladas
que ayer me endulzo.

Que el cielo ha borrado las letras de nube
que cuando me amabas llovían pasión .

Que el tiempo ha pasado
y ya me has amado y yo te amado
y dejamos de amar.

El último verso que suene en mi trova
en suspenso y muy cerca a tu oído será:  “El adiós”.
 
Todos los Derechos Reservados
2009 - 2016