6 de noviembre de 2013

Él es mi pintor

Mi mamá me decía que le cuente sobre el chico con quien salía cuando tenía quince, pero es que los padre ¿Nunca van a entender que a esa edad nadie confía en sus papás? y peor aún si se trata de contarle que has tenido sexo por primera vez, ¿Qué le dirías?: Que ¿acabas de perder tu virginidad? y que te traigan agua bendita o mejor, no, que contraten mariachis para amenizar la fiesta. No es tan sencillo comenzar la vida de adolescente y la vida sexual, eres niña, angelical, tienes cachetes rojos cuando hablas con alguien que te atrae, acabas de bajar por las escaleras de la quinceañera, esos tacos, ese escote, tus senos que se hinchan cada vez más y los hombre que te miran ávidamente, sus ojos terminan en tus bubis o tu trasero, esos que te pretenden a cada momento y te sientes como el queso en la ventana, esos que te molestan y la atracción es impredecible. Soy mujer a mí me gustan los hombres y no significa que sea una ninfómana, solo que soy más tolerante, romántica, comprendo mi estado aunque se le llame inmadurez.

Leandro es mi enamorado, hace más de un año lo conocí en el baño de mujeres del supermercado, creo que se confundió de baño, pero le vi el pene de casualidad cuando meaba en uno de los inodoros, de hecho no es gay, es simpático y varonil, es caballeroso, cuando quiero fruta me trae fruta y cuando lo veo voy hacia él, como una abeja que va hacia una flor y eso basta. Mis padres no lo conocen y he tenido más relaciones sexuales que todos los besos que nos hemos dado con Leandro, es que lo amo, nunca le he negado a entregarme a él cuando me ha dicho para ir a un hospedaje caro o barato por temor a que me deje sola, al fin y al cabo lo amo, estoy convencida que es amor definitivamente. Sé que Leandro tiene problemas con las drogas, se pasa fumando y robándole a la gente, hace locuras apocalípticas, solo anda en las noches, tiene malas amistades, pero conmigo es diferente. Solo una vez me lastimó, pero le comprendo, es un hombre tan pueril, se le pasó la mano, desde entonces suele cambiar, también me ha engañado con una mujer mayor pero no fue su culpa, la mujer esa era experimentada, una seductora, pero eso fue ya en el pasado, se olvida todo cuando está a mi lado, yo soy su debilidad, soy su encantadora mujercilla que suele jugar al amor, él es mi guardián y jugamos ambos a cuidarnos.

No necesito que mis padres sepan que ando con él, él es mí mayor por seis años, de seguro tratarían de alejarme o en el peor de los casos aislarme de todas las formas, ¿Qué sería de mi sin verlo, sin sus besos, sin su ternura inacabable?, no me gusta para nada la idea de contarles a mis papás, que me dirían, que ¿soy una decepción?, ¿una niña que ha tenido más sexo que ellos desde contrajeron matrimonio?, también existe un gran temor en mí, que me aria si un día les digo que estoy embarazada, que de hecho no lo estoy ahora porque me cuido perfectamente y se protegerme, siempre tomo pastillas del día siguiente, Sandro no se protege con preservativo porque no tiene dinero para comprarlo, pero no es problema que nos atañe a los dos, nos amamos demasiado, yo lo comprendo y lo disfrutamos. Es tan único cada instante, es irrepetible los pasajes que se tejieron durante mi tiempo con él, momentos que se tejen ahora y los que han de tejerse para siempre. Por eso no necesito a mis padres, prefiero a él.

A Leandro le gusta pintar y es muy talentoso, sé que será un gran pintor reconocido algún día, se pasa casi todos los días tratando de pintar algo, pero tiene más de cien pinturas sin terminar que están casi difusas y manchadas con óleo. Lo bueno es que siempre estoy a su lado para apoyar su locura y su arte difuso. También sé que no encuentra el mejor camino para poder caminar de la manera más fácil en esta vida, solo es un delincuente más que se busca y gana la vida de la manera más extrovertida y truhan que de lo normal o en feas palabras es una rata, pero es la rata que me hace feliz. Ya no importa agregar algo más a este relato, solo sé que

aunque se pase fumando marihuana como una chimenea todas las noches atrás del supermercado; aunque algunas veces se le pase la mano conmigo y me lastime, sé que lo hace sin pensarlo, le gana los instintos, o aunque que se resbale con alguna mujer mayor, yo lo entenderé, lo amo demasiado, sé que cambiará en algún momento, será el hombre más ideal de lo que es ahora, porque cuando estamos solos; siempre me habla de la vida que tendremos cuando por fin nos casemos, llegará ese momento y seremos felices para siempre, yo su pequeña traviesa y el mi pintor preferido, mi rockstar del lienzo, del óleo y las acuarelas.
 
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