2 de septiembre de 2013

Ilusiones, decepciones

Entre mi cama, una hoja de papel y un lápiz de tizón nació una dolorosa inspiración, de esas lluvias con hojas en los otoños en un bosque de álamos adustos, o de esas agonías en un nudo de garganta cuando lo sientes cerca al corazón. Que dolor, que rabia, que terco, así duela. La vida me escondió los gustos.

Ayer archive la historia con tus menudos besos del que alguna vez fui ladrón, aquellos que fueron necesarios o improvisos y deslumbrados perpetuamente o esos obstinados ratos de compañía como vagos peregrinos sin razón. Que amargura, que rigidez, que fervor tenerte constantemente.

Si volvieras a brillas entre el espacio, entre la noche y las prolijas madrugadas, responderé que viajó a nuevos inciertos mundos, donde me espera otra bella estrella, así no fuera verdad, juraría haber desertado mi aventura de autopistas vendadas. Que insensibilidad, que sentir, que realidad tan cruda dejar en paz una bella doncella.

Hay caminos que siempre te esperan tranquilos como una sopa intacta antes de comer, esos que se disfrazan de tentaciones y en ellas se refugian tifones, decepciones y depresiones, o esas gallardas emociones que germinan sin siembra y en minutos de arte dan a florecer. Que amor, que vitalidad, que refulgente. La vida me calzó esas sublimes sensaciones.

Ojalá no llovieras sibilas expresiones en tus redecillas de seda con vermuts y pócimas, belleza embrujada, hiciste de mis pinturas a pincel en la maravilla de un sensato edén, hoy que me marcho escondiste los portones de salida y burlaste mis utopías pésimas. Que agobio y que ironía, pero lo borrare en una noche, en dos, en cincuenta o en cien.
 
Todos los Derechos Reservados
2009 - 2016