Me
gusta recordar el pasado, siempre ocurren cosas a cada instante y esas cosas me
incitan volver al tiempo atrás, es inevitable no frenar la butaca antes de
viajar, hay un stop entre mi y digo ¿De dónde viene todo esto?, respuestas
pulcras , concisas, encajadas en cada casilla, los recuerdos se encargan de
eso, la experiencia que tiene mi cerebro en acomodar los pasajes de mi infancia
es excelso y me siento experto al asimilar el presente es increíble o eso es lo
que creo yo.
Desde
chico, es decir desde mocoso o desde muy niño cuando iba a la escuela inicial, aprendí
muchas canciones de las cuales el cien por ciento son típicas, como los
pollitos, campanero, buenos días, etc. pero había una en especial que lleva por
nombre "La Cucaracha". En cierto modo era una buena rola para
cantarlo en coro, las letras me la sabía de pies a cabeza, desde niño comprendí
que la cucaracha es buena gente, hasta me daba pena que le faltara una pata, yo
no había visto antes a una cucaracha y es más no existía ni existe las
cucarachas en donde vivía de niño.
Ahora
duermo en algún lugar de este mundo, en una departamento con una división a dos
habitaciones, una para dormir y otra es la cabina de la vieja radio de Peeter donde
suena canciones en retro de los 70's 80's y 90's , aparte que me siento cómodo
por el ambiente, por la tranquilidad y de hecho por la música que me fascina,
me siento a gusto o me sentía hasta anoche cuando descubrí un pasaje anómalo
entre las tantas esta fue una de reflexión y curiosidad.
Anoche
llegue agotado por el trabajo, apague la radio temprano y me eché a descansar,
una dulce e inmensa siesta me inundaba el cuerpo, a pesar del ruido que hacen unas
maquinas por ahí duermo feliz, no me causa incomodidad y anoche escuche ruidos
extraños en el cabina de la vieja radio emisora de Peeter, desperté y prendí la
luz, quería ver qué cosa era, no creo en fantasmas, no pudo ser fantasmas y
cuando por fin entre había dos cucarachas inmensas peleándose parecían humanos
y no resistí decir un 'putamadre', me asuste, me aterré y casi salto del susto.
Tengo
miedo asesinar cucarachas, no podría aplastarlos de un escobazo, siento que son
una bolita de sangre y perfume desagradable, que huele feo muy feo, esa
fragancia asquerosa inundaría todo si las aplasto, dan asco. Yo de niño creo
que era un animal hermoso y amigable, sublime, pero no lo fue así. Los mato con
veneno en aerosol, anoche encontré cerca al baño un insecticida y me quedo
preciso, mientras seguían luchando me entrometí y los asesine a los dos, que
salieron tosiendo con las patas temblantes, no me sentí el héroe, pero cante la
cucaracha para no malgastar y mal interpretar mi infancia.
Sin
duda, reflexioné tanto, mi experiencia anómala con las cucarachas rebeldes y
guerreras me hicieron recordar mi infancia pero gane una mala experiencia, no recordé
que el insecticida se aplica y se abandona el lugar durante minutos, yo me fui
a dormir y desperté en la mañana con el aroma al veneno entre la nariz y el moco,
me había auto-fumigado, creía estar convulsionando en estos momentos, pero
felizmente sigo con vida.