Acepto,
hace tiempo que sueño con ella y desde que empecé a soñar no he querido ni
siquiera despertar o si en algún momento desperté realmente no me he dado cuenta,
tampoco quiero darme cuenta a final de todo, estoy asustado estos últimos tres
meses, estoy un poco agitado y atónito, no he querido escribir poesía o tontería
quizás porque me a caído una galopa en el trasero y no sé si nació un disgusto
o placer después de este susto sentimental.
he cerrado mis ojos mil veces y otras mil veces la he abierto forzosamente, brutalmente para pellizcar a la angustia por saber si realmente esto es verdad o es simplemente una injuria al mundo, a mi mundo, pero ¿Qué se entiende del destino? cuando a veces te sientes agasajado por las casualidades y muchas otras veces te sientes violado o violada, astutamente me he querido zafar y romper esas riendas que hacen al orden cósmico , he querido escaparme como siempre eh sido-cobarde-de las cosas que se deben afrontar con una espada y un pene erecto como un buen hombre o una mujer valiente, pero me he reprimido y resentido con la vida para sentarme en una banca de ladrillo en un rincón para así desaparecer o al menos permanecer ausente de la guerra que circunda en lo natural de la vida, la vida que sigue y continua.
A
veces con mi soledad; he querido jugar con globos y pastillitas de caucho y
resondrar al silencio con una negra guitarra, perder la mirada en el techo de
unas cuatro paredes y una vieja ventana para clausurar al aire entrante, pero
como digo, la cobardía es abultado de la persona que inunda y fecunda a este
ser, a mí, he perdido la costumbre de estar solo porque tuve que dar un beso a
diario a quien se convertiría hasta hoy una bella muchacha y reluciente, con ánimos,
con carisma en lluvia y me he dejado llover por esos dones que los considero
migajas semillas de mi metamorfosis confusa.
Porque
necesitamos aunque sea a un gato peludo con patas sucias y escondrijo de ratas
para una buena cena, total, siempre hay necesidad y necedad para entender las
cosas, yo no he cogido mi espada ni se me a erecto el pene para luchar contra
las adversidades, contra los golpes de la vida, contra lo maligno, contra la auto-indiferencia,
contra mi propia personalidad, contra mis millones de defectos aun no desvalijados
o al menos contra mi miedo de saber si quise o no quise esa galopa en he
trasero. no he sabido afrontar ni lo quiero porque siempre seré ese tipo de
persona, que no le importa saber si está bien o mal tal acción solo huir de lo
real para fantasmear y chismosear como gato en escondrijo de ratas, sucio quizás,
pobre quizás, peludo quizás, pero
siempre tendré mi escondrijo de ratas para una buena cena por la nochecita.
lo
interesante-para mí- es que he aprendido a tener a una aliada, no con fines
personales, sino con fines de no ahuyentarme contra los males y defender un
estilo de vivir, mi triste forma de actuar, en otras palabras buscar a alguien
que te apoye en el mas mínimo detalles con tal de salvar esa comprensión excitante
que se siente desde los pies hasta el pelo en la nuca. Si me repudia el mundo y
si me repudias tú; siempre tendré presente que alguien que me estima y acepta
mis necedades está pendiente de mí y me dará un beso en los labios para calmar
mi lado femenino al enfrentar las cosas, mi forma extraña de reaccionar y comenzar a tragar un plato de chaufa.
Si
tengo a alguien que me acompaña y es ella, ella a quien la llamo más que
enamorada, un tierna aliada que sonríe cuando estoy enojado, soy varón
necesitaba ese complemento y sentir el ejercito de mil ganas de vivir y romper
en mitad al mundo. No he pensado en quedarme solo, no quiero saber que se
siente dejar las maletas después de prepararlas para un largo viaje y de pronto
truncarlas, no sé si quiero estar solo otra vez, no me tomado tiempo para
pensarlo, ni lo haré, también soy cobarde para enfrentar este campo sentimental.
Gracias
por aceptar mis engreídos y mimados sueños, gracias por aceptar mi cobardía,
gracias por hacerme sentir asustado, aturdido, enamorado, gracias por desalojar
a la soledad de las cuatro paredes donde reprochaba al silencio, gracias por
entender mis berrinches féminos. Sé que de niño no creí en cuentos, en príncipes
o princesas, no es soñado con estar en un castillo, pero ya soy asesino y
siento que puedo matar a todo el mundo adverso y antes de morir matare a mis
amigos y a ti, porque no querré morirme solo, quiero compañía mujer, -¿está
cojudo la muerte para llevarme a mi solo?-ya ves que soy cobarde, le tengo
miedo hasta a la muerte, mucho miedo, por las noches pienso mucho en morirme,
pero es natural. gracias.