10 de julio de 2015

Hay una chica en la ventana

En mi cabeza, muy adentro de él, suena forever Young, tan tierno y profundo y no puedo alcanzar a oír el ruido que hacen los pensamientos. Se disipa el mundo de afuera y sigo caminando, como si todo fuese un sueño que no despertaré, pero todo es posible. Subo peldaños al ritmo y presiento que ella lee esto, como si me mirase desde una ventana, pensando que el mundo tiene cosas así, como yo y deletreo la canción a duras penas y empiezo a flotar resistiendo el suspiro profundo que me puede despertar, no quiero, no quiero tranquilizar, quiero gravitar más y más para verla mejor, mientras seguro ella sigue pensando que el mundo tiene cosas así, pero sonríe, se quiere ir y no puede, o ya se ha ido pero la siento allí, en su ventana. Me encanta el momento, la ternura, el tiempo y el espacio que se forma con el ruido tan dulce, como si girase y girase sin sentir miedo, disfrutando de una pesadilla repentina y todo tiene sentido en diminuto, siento su frescura cerrando más los ojos, tomando aire y temblando, quiero acercarme a ella y ella sonríe pensando que el mundo tiene cosas así, como yo volando y volando imparable sonriente. No quiero espantos, ni idas ni regresos, quiero verla más cerca, que no se vaya de su ventana, hace tiempo nada me movía el alma y ahora el alma está afuera de mí y me invita a dar una danza cualquiera, forever Young o alguna melodía dulce, como si la música fuese tan triste y tan feliz a la vez y me nubla el contexto, con ella entre mí, como si flotáramos más y ella sigue sonriendo, como pensando que el mundo tiene cosas así, hombres delirando, y no puede irse y tiene que hacerlo, no ha bajado nunca de allí. Una vez lo hizo y pensó mejor sería no hacerlo y le digo con señales que el ambiente es diferente aquí afuera, si podemos volar juntos, si podemos hablar, si podemos reír y cantar juntos Forever Young aunque no sepamos cantar, pero solo me mira y sonríe como siempre tan distante, como si no entendiese nada de las charadas que le hago desde lejos y solo ve a un hombre escribiendo indeteniblemente, denigrando la angustia, acariciando el sueño, lidiando el delirio, pereciendo sutilmente y las trompetas dan la fuga de la melodía asendiendo las notas musicales, como diciendo “estas vivo pero bienvenido a la vida” y pienso que mañana volveré a verla, yo soñando y ella sonriendo en su ventana. Forever Young.
 
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