12 de febrero de 2017

Me morí anoche y sigo vivo

Llevo un poco más de de seis años por aquí, creo que es demasiado, lo pienso constantemente a decir verdad solo hoy lo pensé, creo que es demasiado y el exceso en demacia a lo largo del tiempo se vuelve contaminante. No sé qué hice mal, no sé si alguna vez di un mal paso. Siempre creí que fui bueno en lo que sé hacer. Solo me estoy convirtiendo en lo que el mundo me enseña y sigo siendo un niño, pese a todp que creí vivir, mis consecuencias se van convirtiendo en una pesadillla lenta que atraviesa mi mente y no sé como defenderme, supongo que solo debo reir -me dicen- rie, sonrie, nada de lo que pasa es cierto, solo es deminuto silencio, hay que ignorar lo que no causa daño y no sé si estoy convencido del todo. He pasado más de veinte años pensando que la teoria de la vida era distinta y solo tuve un pequeño error, pensar que era así. Solo evitaré que nadie se entere, que nadie sepa como consire contra la corriente y me quedaré callado, admirando mi ignorancia, lo poco que me queda. Es febrero de 2017 y pareciera que la reflexion me da un golpe de asalto, no sé si me volveré inmune con el tiempo o es que me he convertido en alguien que no teme al dolor, se me ha hecho de costumbre retar a los límites y no siento nada ya, como si fuera una roca en medio del desierto, una roca pervertida constantemente, una roca inusual, de pavimento, la roca lidiante en el tiempo, no sé si debo temer, soy una roca balbuceante, solo a veces siento temor, cuando una tormenta pasa por mis espaldas y me hace daño, pienso y soslayo, lloro y sonrio, analizo que la depresión debe lidiar conmigo, le invito una cena y lloro como lo que fui, un niño que nunca comprenderá que las cosas deben ser así, cruel y amorfo, un latigo de alto calibre, una señal que te dice que la vida no es así, solo es para los valientes y creo yo nunca lo fui, solo agacho la mirada, para que no se me note mis argucias, mi desgracias, mis tormentos y levanto la frente para demostrar que soy invencible, solo eso. Me he pasado la vida creyendo que soy un hombre vil, los que pasaron por mi, creyeron que soy algo más, los seres humanos que me detuvieron la marcha solo dijeron en su mente que soy un ser supremo y no sé porqué, ahora solo pienso y me tiro al piso buscando el diminuto error para comprender si estaba en lo cierto. Hace unos meses creí que logré algo y cuando lo recuerdo me derriba la ternura, como la sonrisa de una niña feliz, la verdad no logré nada, solo debo quedarme con el recuerdo de la sonrisa y bailar la danza de los inocentes, la danza de los felices tristes, de los regocijos acribillados por la naturaleza de la vida, los derribados sonrientes, la mancha en tiniebla que sabe esperar toda una vida, el mimo adulante de la esperanza, la mascara italiana de los carnavales, la noche de juerga y la mañana diferente, creo que es lo que me queda. El error de los jóvenes de mi época es ser como yo, amantes de la libertad, socios de la cuenta corriente amortiguador de las deudas, canivales nomadas y analistas del sistema. Solo quiero dormir por hoy y soñar cosas nuevas como los febreros de mi vida. Soy el niño incomprensible, ni el amor ni la amistad pueden cambiarme, solo quise amor y me dieron agua para calmar, solo quise ternura y fue un poco de dinero para llegar a casa. Hace unos días caminé con rencor por la calle, convenciendome que no he logrado nada, el perdedor de los casinos que no halló nada en el bolcillo. Las mujeres interesadas y materialistas tocaron mi puertas para saber si algo ocurria en mi economía, solo predije mi lealtad a lo ético, terminé convencido que no soy algo corriente y común, solos soy pobre y perdedor que se sentiría contentado de la dulzura y ni eso he conseguido. Debería matarme, suicidarme con una pistola silenciadora, pero tampoco me siento capaz, solo pienso y pienso y no sé si tendré límites algún día. Crecí creyendo que tengo los pantalones bien puestos y terminé patenado latas, me odio la crueldad y concluyo creyendo que la vida, esta vida no es para mí, llego a casa cansado y la música electronica es mi refugio, sueño y vuelo gratis, atrapando las fantasias más burdas, alacanso las constelaciones y juego a ello, a lo interminable, no me da ganas de ser humano una vez más. ni la realidad ni la indiferencia de una mujer pueden cambiarme, amo la soledad como terrorista a los sin límites, a la crueldad, a las noches en silencio, a los nuevos loops de los dj's, mi vida es atormentante pero dejenme en paz, no me molesten, no soy orgullo de mis padres, ni del barrio barato donde vivo, solo hago lo que me hace contento y creo que toda mi vida he sido egoista. Por todas las mujeres que e entregaron su voda, por todos los hombre que creyeron en mi, No es una despedida, es un hey loco existo, debo partir al horizonte, ahí está mi sueño, mi mujer amante está esperandome, me refugiaré allí con ella, para protegerme del silencio, los ruidos del destino me han entorpecido, ayudame a lidiar con ellos mi amor, te necesito, llega pronto a casa, hice unos tallarines rojos con papa a la huancaina para ti, quiero dormirme abrazado a tu pancita, quiero hacerte cariñito en tu cabello, acariciar a la princesa, no quiero más indiferencia, no quiero más límites, estoy cansado y solo quiero dormir, han pasado los años y no quiero comprender, ayudame a asimilarlo. Es febrero del 2017, un doce del mes, contestaré el telefono a los que quieren ayudarme y diré que si, estoy decidido, la crueldad es el mejor artefacto para acabar con la indeferencia. Ahí voy.
 
Todos los Derechos Reservados
2009 - 2016