31 de mayo de 2013

¡Carajo, Quiero morir!

Ya finalizamos mayo y al iniciar este ultimo día, el amanecer de este último y glamoroso día 31 de Mayo, cuando el vocinglero gallo ha dado sus gritos al cielo anunciado la llegada de la luz del sol, me he despertado destempladamente y me ha dolido los cachetes porque me dormí sobre mi llave ensartado a un llavero de abridor de cerveza en forma de guitarra y en forma de guitarra se quedó marcada mi cachete derecho, he abierto los ojos de golpe como si algo penetrara entre mi pecho y brincara mi alma por la mirada—huyendo de mí— y mis idos rechinaron enseguida y dije fuerte ¡Quiero Morir!. Pero deje en mis sueños a un muñeco de peluche que me hacía cariño y yo vomitaba sobre ella y el policía me aplaudía, entonces me pregunto de donde salía el ¡Carajo, quiero morir! Pensé que hoy moriría, hoy esperé morir y he logrado sobrevivir y entonces me dije, ya estoy muerto y si no estoy muerto estoy sobreviviendo, seguiré sobreviviendo para siempre y seré infeliz por el resto de mis cuajos, no creo que haya felicidad en la vida, la felicidad es la infelicidad, los objetivos de la vida es la felicidad y desde ahora soy muerto, infeliz y sobreviviendo.

1. Mi amiga que vino a la medianoche y lloro en mis hombros, le di consuelo y le hice cariño y lloramos ambos porque yo la amaba y nunca lo supo, aunque ahora me importa cojones, porque ya no la amo. 2. El moreno que gritaba en las calles vendiendo mazamorra y cuando le compraba me decía porque la mazamorra era buena y dejaba que eligiera cuál de los vasitos quería. 3. Las mil “Ley de Hielos” que aplique a mi viejo cuando cursaba el colegio porque no me quería comprar los primeros celulares o no me daba permiso a los quinceañeros. 4. Los sublimes puñetes que me di con mis hermanos cuando discutíamos por el canal de Tv o por los gustos musicales. 5. Las lágrimas que deje caer como cataratas en las lluvias, porque sentí que dejé la adolescencia y me he sentido viejo y aun no soy viejo y tome unos tragos con mi viejo. 6. Las tocadas de rock en algún bar de mala muerte donde con menos de cinco soles me costó tres días de resaca o algo parecido a la resaca. 7. Las mujeres que me obsequiaron el placer, a las que les di placer, a los que les di placer. 8. Las madrugadas cuando desperté entre la luz apagada y me sentí solo e hice el amor con la soledad. 9. El celular con la que te escribí mis mensajes cortos como si fueran poemas largos. 10. El techo que trepe cuando llegó sus viejos y tuve que huir con un gato arrecho entre los techos de su casa sin importarme si caía o moría. 11. El viejo que se sentó a mi lado en el bus y me hablo sobre historias extrañas y resulto inventándose todo para invitarme un trago. 12. Al tipo que me pegó y me dio una dulce paliza bajo la lluvia y dos años después reímos en carcajadas—Aunque quiero todavía vengarme— 13. Las calles de mi infancia. 14. De niño: la tierra que tragué por placer y gustos gastronómicos. 15. Las viejas tumbas abandonadas y las almas olvidadas del cementerio. 16. El rio llena de basura esperando la llegada del huaco para quedar limpio—me recuerda a mis recuerdos— 17. El taxista que me llevó a mí y a mis cachivaches cuando me votaron de la pensión. 18. El discurso mediocre de Alan. 19. El poema cursi que ella intento inventar y que me envió. 20. Mi perro enano con hocico de lobo—chato te amo, eres el perro de mi vida— 21. Mi comida favorita. 22. Las drogas que rechacé, los que me fumé. 23. Las putas que nunca conocí. 24. La biblia—si por me arrepiento— 25. El control de Tv. 26. El inodoro que rompí. 27. Las cartas que horríficamente escribí. 28. Los cassetes que me robé. 29. Este momento escribiendo. 30. Mis dedos sobre las teclas. 31. Mi contraseña. 32. Mi cuaderno de notas. 33. Mi cámara. 34. Mi lapicero favorito. 35. Mis ojos leyendo, etcétera. Todo eso estará en mi mente sellado, acumulado en mi bolcillo para cuando me muera, cuando este muriendo, cuando diga arrivederci y cuando por fin vuelva a decir ¡Quiero morirme Carajo! Y morir.

23 de mayo de 2013

Cartas a quien dejo de leerme


Estoy enojado y molesto porque dejaste de leerme, dejaste de leer mi mojón de palabras que no tienen valor, mis enjambres de escritos cual moscas sobre un nudo bañado sobre una cloaca y eso me pone en un estado de inquietud,  incomodo, rabia mejor dicho, es cierto que me he portado mal o quizá bien, pero estoy confundido y solo afirmo que ya dejé mi accidental soberbia entre los que me leen casualmente.

Sé que no se escribir, tampoco me siento súper hombre cuando lo hago, porque es irrefutable y no lo puedo negar, no he escrito siquiera un poquito de suspiro para quien quiera vivir en estos últimos meses, que en cierto modo tampoco quiero hacerlo, no quiero cambiarle la vida a nadie, es el error de los escritores, pero es necesario para ellos, los escritores siempre quieren influir con sus líneas a sus lectores, como apoderándose de ellos y es lo que menos quisiera.

Reafirmo que no se escribir y los pocos que me han leído lo hicieron tal vez porque les interesa o se sienten identificados con mis personajes que en fin, son mentiras, es decir escribo puras mentiras, falsedades y a esas mil mentiras yo les llamo ficciones, que en el lenguaje literal o literario es irreal o un mundo fantasías lleno de estúpidos involucrados en mis boberías.

Despistadamente me he creído un cretino, un asesino en ocasiones, un desfachatado por haberle dicho a alguien que quieras o no, tendrás que comerte mi enjambre de moscas entre una cloaca y quizá fallé, ¿cómo puedo obligarle y decirle comete mis mentiras y mis falsedades a alguien?, estuve mal y adicionalmente a esa sinvergüencería; no sé escribir y no me siento un escritor, no soy escritor, solo me refugio entre este rincón donde los que vivimos somos mi computador, mi guitarra y yo, donde cobardemente hago lo que estás leyendo.

Si dije lee lo que escribo o lee mis mentiras, fue porque me dominó la soberbia interna, que todos poseemos y no lo voy a negar jamás, fui soberbio y quiero salvaguárdame y aferrarme humanamente con mis disculpas, porque no soy un escritor soberbio, ni tampoco escritor; ni dócilmente soberbio y repito no se escribir, ni soy un escritor, porque al final escribo para fantasmas, nadie me lee, solo mis amigos y mi familia, que no es toda mi familia sino solo mi padre que si estaría a su lado me daría merecidas palizas por escribir jijunadas que a nadie en absoluto le interesa.

Pero, pero, carambas, tienes que darle valor con tus propios hábitos a mis humildes letras, no tengo un fin, no sé lo que busco, nadie me lee y el quien me lee son mis amigos y los considero mis amigos porque son los únicos que aprecian y estiman lo que tontitamente hago con mis manos entre un teclado y a veces escribo a puño y letra, con mi horripilante caligrafía en cualquier papel.

No quiero dinero, así me haga falta, solo quiero escribir y que alguien me lea y sobre todo mis amigos, cada personaje aquí en mi viejo escritorio son personas que no figuran en la vida real. Soy un artista que vive de su arte, aun así, no me considero artista, lo hago por amor al deporte o por amor al cerdo, modestamente aun así siendo un escribidor soberbio fortuitamente, necesito que me des un vistazo, quizá mañana algún protagonista de alguno de mis escritos se identifique contigo o tú te identifiques con un caricaturizado personaje entre mis palabras y por favor no dejes de leerme.

Mayo 2013

15 de mayo de 2013

Lecciones de hipocresía

Todos piensan que realmente somos buenos y nos ganamos las características de un buen ser humano, tratando de imitar ser el perfecto, nadie es perfecto pero siempre queremos ser los seres perfectos, sin maldad, buenas personas, buen amigo, buena amistad, el chico de bueno humor, el más vacan de la clase o en el caso de una mujer que cree que es la dueña del mundo y alucinando que tiene todo sobre sus manos, que se siente manipuladora, se adueña de sentimientos y decisiones ajenas, siendo capaz de pisotear la dignidad de la multitud de personas con razón como a un enjambre de gusanos inocentes. En el peor de los casos, cuando esta—aparentemente—mala acción, acción repugnante, hedionda y nefasta todos lo notan, se le denomina falta de profesionalismo en su buena acción, digo buena porque en sí, es bueno ser dos caras, de buenos rostros, odiada, vilipendiada, despreciada y sobretodo los defectos; valorada.

Para que consumes tus propios venenos, ¿acaso nos pasamos la vida entera envenenándonos, preparando las mugrientas pócimas una y otra vez para tragárnoslos a cada rato, haciéndoles creer a todos que eres la más hábil ante todos, y fingiendo ser sutil para poder mancillar su conciencia, su capacidad de los que te rodean, de tus propios amigos, de los inocentes que creen en ti?

Pero ante ello, rescato la labor de manipulación que ciertas personas en el mundo quieren alcanzar, el aporte a la supuesta inteligencia que todo creemos tener, el acercamiento a las buenas acciones pro busca del perfeccionismo o mejor dicho al mundo del arte de las personalidad. Como todo un experto alguien que soy yo refuta y maldice a aquellos que se mueren lentamente por un sorbo de su propia y mugrienta pócima, sin saber que las mentes frágiles que son los humanos cualquieras, como todos en su mayoría, tristes y pobres inocentes, saben de la forma en como los engañan y percibiendo la mala imagen de la verdadera hipocresía.

Pero se preguntaran de ¿Qué carajos está hablando este pobre y triste escribidor en un blog que nadie lee?,  en resumen intento rescatar el valor de la “Hipocresía”. He leído a muchos escritores, pensadores y muchos personajes llamadas figuras por decir algo importante, algún aporte a la reflexión personal o a la personalidad y todos se dedicaron a disparar al blanco, mostrando su desdén a esta palabra que anhelo demasiado, a esta palabra “Hipocresía”, es decir, que casi todos dan el mal concepto de esta característica natural que tiene el ser humano desde su nacimientos, aunque solo alguien que es uno que me pareció más cercano a lo que pienso es Joan Fuster y la frase “Han inventado la hipocresía, ¿no? Pues harías mal si no te aprovecharas de ella”.

La hipocresía es buena, es un arte de personalidad  y para los que anhelan acercarse a la perfección esto es una lección para esos que no lo saben utilizar, esos mediocres, resentidos o más que todos esos sinvergüenzas que muestran su hipocresía a la vista de todos. No merecen vivir, yo los mataría a sangre fría y los disfrutaría verlos morir lentamente entre mis manos, apretarlos como apretaría a una cucaracha gorda y culona y hacerlo explotar sobre mis manos a esas bolas de caca que contaminan el ambiente humanístico.

La hipocresía es buena, es como ser un sicario asesino, que mata y elimina personas  a cambio de un salario. Pero pongo el claro ejemplo del SICARIO. Un verdadero sicario se interesa más en la limpieza de su nombre, no caer preso o terminar en una prisión donde terminara violado, se interesa en buscar el crimen perfecto. Un sicario inteligente no aprieta el gatillo, sino mata a su víctima haciendo que su muerte sea natural, mientras que el sicario inútil siempre aprieta el gatillo o empuja el filo y se mancha de sangre porque termino matándolo y es el verdadero asesino tristemente imbécil.

La hipocresía es buena, como y es tan bueno literalmente, hacer el trabajo de un sicario inteligente, reitero que la hipocresía es un arte de personalidad, siempre y cuando el ser humano lo sepa maniobrar y no irracionalmente joder a las personas en el ojo de todos, en especial de los que te aprecian, manipular con tus mugrientas manos a los inocentes, a los pobres indefensos que son más perspicaces que tú y tú sigues creyendo tener el poder sobre todas las cosas y mereces morir como una cucaracha gorda y culona que contamina el ambiente humanístico por tu falta de ética hipocreisismo.

Es un arte hacer el oficio de un hipócrita profesional porque sabes los que haces, conoces los pasos e indicaciones y el trabajo de serlo, sabes en ti que eres un hipócrita profesional y te anhelas tú mismo, te admiras de ser el gran hipócrita y te sientes contento y estimulado porque puedes hacer lo que pueda complacerte, un fariseo perfecto, sin sospechas ni despechos por las personas que te rodean. No seas cucaracha gorda y culona porque querré matarte como un asesino que mata por honor sin importar lo que pueda suceder, te mataría por ser un hipócrita sin saber entre ti mismo que eres hipócrita, porque eres hipócrita a las vista de todos y niegas serlo y no sabes que lo eres. Mereces morir.


* La hipocresía es un arte y es buena si lo sabes maniobrar, la hipocresía es mala cuando estas siendo hipócrita y no sabes que estas siéndolo. *

Mayo de 2013

5 de mayo de 2013

Nuevo día

Ahora ya ha principiado mayo, con un calorcito fresco por la mañana, ese calor que queremos para ofuscar en un bostezo profundo con la panza caliente, esas seis de las mañanas frías, donde el sol esta oculto entre las pocas nubes que quedan al amanecer, esas chimeneas imaginarias con olores de un nuevo día, el sonido lejano de los autos y carros chirriantes a lo lejano, algún pájaro que canta con el brillo salpicado del sol, el panadero que pasa con el triciclo viejo y limpio, con la chalina, el abrigo y su parlante que grita entre las calles, donde los vecinos salen con los parpados hinchados.

Al otro lado de una esquina, donde el quiosco de periódicos la gorda vendedora con los diarios a colgar, los curiosos que lo leen, los madrugadores y casi siempre los abuelos jorobados, con bastón, lentes y bigotes. Como es la mañana, nuevo día, nuevas ideas, nuevas cosas. Un cielo nublado y yo sentado entre la vereda en abandono, mirando el perro chusco y apurado que cruza la avenida, mientras doy mi sorbo de café en las esquina del té, la emolientera gorda, todas las mujeres de este lugar son gordas, como si fuera un castigo de la obesidad,  o será la buena vida y abundante cortejo de comida. 

Después de muchos sorbos de café mi boca expulsa neblina entre un suspiro y respiro, también se mezcla con los suspiros de otros que tomaron té o café o emoliente y el humo negro de las chimeneas vehiculares, calles atiborras y congestionadas, que tranquilo día, nuevos suspiros, vientos  pasivos, calorcito de mayo, bostezo de mañana, barriga caliente y parpados hinchados mañana será otra vez igual que hoy. Nuevo día, nuevas ideas.
 
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